Cuando una familia que vive en Estados Unidos te pide que les ayudes a crear un hogar en el apartamento que acaban de comprar para vivir durante todo el año, es imposible no ilusionarse.

A pesar de ser una obra nueva, en una de las mejores zonas de la Playa de Gandia, no dejaba de ser un apartamento equipado solo para los meses de verano. Así que tras varias reuniones con los clientes comprendimos lo que realmente necesitaban. Un hogar donde criar a sus hijos.

Y con todo ello, nos pusimos manos a la obra.

Analizamos cada uno de los espacios existentes y las necesidades de los clientes para ofrecerles un hogar con todo lo necesario. Le dimos calidez a través de la instalación de parqué y la colocación de papeles pintados en puntos clave de la vivienda como el salón, el dormitorio principal o la habitación del bebé.

Además, apostamos por colores y texturas naturales que nos recuerdan, independientemente de la estancia donde nos encontremos, que a dos pasos tenemos la playa y el mar Mediterráneo. Arenas, turquesas o grises han sido la base de nuestra paleta cromática, pero hemos sorprendido mediante toques que llaman la atención como el aparador ocre del salón o el azul de la consola del dormitorio principal.

Un proyecto con el que hemos disfrutado desde el principio gracias a la confianza que desde el primer momento depositaron los clientes en nuestro estudio. Y es que, lo que comienza bien, acaba mejor…