No hay nada mejor que esa sensación de ilusión, emoción y nervios que te inunda cuando sales de una reunión con un cliente. La cabeza te va a mil de las ideas que te llegan visualizando los diferentes espacios, las distintas opciones de colores y texturas, y de cómo deben encajar para generar un lugar elegante y acogedor.

Para este proyecto era fundamental una elección perfecta de colores y materiales, ya que veníamos de unos tonos que no le sacaban el máximo partido a cada una de las estancias.

Para lograrlo, y después de varias reuniones con los clientes, apostamos por unos tonos naturales y suavescomo el color arena para toda la casa, y un verde oliva que salpica zonas para crear rincones muy especiales.

Además, se ha renovado todo el mobiliario, apostando por el diseño de silla y banco Hari de Ondarreta, tapizados en verde. Una apuesta muy interesante, no solo por su diseño actual, sino también por su comodidad, que resaltan la pared de piedra del comedor.

Uno de los hándicaps que hemos tenido en cuenta ha sido la gran cantidad de libros de los clientes, y que querían tener a la vista. Por eso, nos decidimos por una estantería sin trasera de madera de roble y de una estantería suspendida de metal y madera, encima de un aparador fabricado a medida, todo hecho a mano por un artesano local.

Un proyecto muy gratificante en el que hemos utilizado materiales nobles y colores acogedores y sofisticados que han convertido un espacio frío en un verdadero hogar. Ahora solo toca, disfrutarlo.