Imaginad, una finca del siglo XX en el centro de la ciudad. Un décimo piso con vistas al mar y a la montaña. Y un montón de trabajo por delante, después de 5 años utilizando el piso sin ningún tipo de cuidado ni miramiento por parte de sus inquilinos. Así es como comienza la historia de amor de esta residencia para alquiler y sus propietarios.

Invertir en un espacio que parece el decorado de una peli de terror, es muchas veces difícil de digerir por parte de los dueños. Pero si no lo actúas, ¿qué haces?

Por eso, para esta vivienda en Gandia era necesario emprender una reforma integral para dejarla perfecta y como nueva. Con un proyecto sencillo pero muy actual y un algo atrevido, los propietarios comenzaron a vislumbrar la luz al final del túnel, y poco a poco, la ilusión de ver renovada su vivienda se ha convertido en realidad.

Para ello, se ha contado con un equipo de profesionales que han puesto todo el cariño para devolver a cada uno de los espacios, todo su esplendor y vitalidad. ¡Solo hay que ver los resultados!

Además, un mobiliario actual, ecléctico y muy funcional ha sido la guinda del pastel para poder darle una segunda oportunidad a un espacio muy luminoso con unas vistas increíbles. ¡Afortunada la familia que pueda disfrutarlo!